jueves, 24 de mayo de 2012

No sé por qué me perdono la vida cada día...

HOY ESTOY SIN SABER YO NO SÉ CÓMO  
hoy estoy para penas solamente,  
hoy no tengo amistad,  
hoy sólo tengo ansias  
de arrancarme de cuajo el corazón  
y ponerlo debajo de un zapato. 

Hoy reverdece aquella espina seca,  
hoy es día de llantos en mi reino,  
hoy descarga en mi pecho el desaliento  
plomo desalentado. 

No puedo con mi estrella,  
y me busco la muerte por las manos  
mirando con cariño las navajas,  
y recuerdo aquel hacha compañera,  
y pienso en los más altos campanarios  
para un salto mortal serenamente. 

Si no fuera ¿por qué?... no se por qué,  
mi corazón escribiría una postrera carta,  
una carta que llevo ahí metida,  
haría un tintero de mi corazón,  
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,  
y ahí te quedas, al mundo le diría. 

Yo nací en mala luna.  
Tengo la pena de una sola pena  
que vale más que toda la alegría. 

Un amor me ha dejado con los brazos caídos  
y no puedo tenderlos hacia más.  
¿No veis mi boca qué desengañada,  
que incomformes mis ojos? 

Cuanto más me contemplo más me aflijo:  
cortar este dolor ¿con qué tijeras? 

Ayer, mañana, hoy  
padeciendo por todo  
mi corazón, pecera melancólica,  
penal de ruiseñores moribundos. 

Me sobra el corazón. 


Hoy descorazonarme,  
yo el más corazonado de los hombres,  
y por el más, también el más amargo. 

No sé por qué, no sé por qué ni cómo  
me perdono la vida cada día. 

Miguel Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Locations of visitors to this page